«La colaboración entre ASECOB y la Administración es estrecha, aunque nos queda un largo camino por andar.»
Con motivo del alta de la ASECOB (Asociación Española de Consignatarios de Buques) como socio Institucional de la Real Liga Naval Española entrevistamos a su Presidente, D. Julio Carrasco.
Julio Carrasco nace en Vilagarcía de Arousa en 1949 en el seno de una familia relacionada con el mundo marítimo (Consignatarios/Estibadores/Agentes de Aduanas). Estudió en Inglaterra estudios de Comercio Internacional y Shipping, permaneciendo allí hasta finales de 1968. En 1971 se marcha a Holanda para trabajar en una empresa Consignataria y Estibadora en el puerto de Rotterdam, corresponsal de la de su familia. En 1973 regresa a Vilagarcía donde comienza ya su trabajo definitivo en la empresa familiar. En 1982 asume su gerencia, modernizándola y haciéndola crecer año tras año.
Ha sido miembro del Consejo de Admon. del Puerto de Vilagarcia, durante 14 años, Presidente del Comité Ejecutivo de Consignatarios de ANESCO, forma parte del Comité Ejecutivo Provincial del ISM y es, desde su reciente fundación, Presidente de la Asociación Española de Consignatarios de Buques (ASECOB) así como de la Federación Ibérica de Agentes Marítimos y Operadores Portuarios (FIMOP), que engloba a asociaciones profesionales del sector marítimo de Portugal y España.
¿Cómo y con qué objeto fundacional nace ASECOB?
Los consignatarios, junto a las empresas de estiba formaron ANESCO en el año 1977 y se encuadraron en ésta durante 40 años.
En 2017, debido a diferencias en las prioridades de ambos colectivos, sumado a la sanción y expedientes de la CNMC por actividades a las que éramos totalmente ajenos, el Comité Ejecutivo de Consignación se convirtió en promotor de una nueva asociación, exclusivamente de consignación y agencia de buques. El 13 de Diciembre del 2017 se firma su Acta Fundacional.
¿Cree que la ciudadanía española conoce suficientemente la importancia del sector de la consignación?
Sinceramente, no. El desconocimiento es absoluto, máxime fuera de las ciudades con industria portuaria. El consignatario es el representante del armador o naviero en puerto, y sólo el pasado año se contabilizaron cerca de 160.000 escalas de buques mercantes o pasaje en nuestro país, que posee una de las mayores líneas de costa de Europa con más de 8.000km. Todas estas escalas conllevan una agencia de consignación, alguien que es legalmente responsable tanto de la estancia y formalidades del buque ante la administración como, frecuentemente, también de la mercancía que transporta. En su función de representación, el consignatario podríamos decir que es ‘el cliente’ de los puertos y sus servicios, y esas funciones no están socialmente reconocidas.
¿Cree que la Administración marítima presta suficiente apoyo a los consignatarios españoles?
A poco de constituirnos, una de las primeras actuaciones fue presentarnos ante la Dirección General de la Marina Mercante, y también a Puertos del Estado. La acogida que nos dispensaron fue excelente, amparada en la gran representatividad del sector que ostentamos desde casi nuestros comienzos ya que la creación de ASECOB tuvo una gran acogida. Colaboramos estrechamente con ellos y fruto de ello es tanto la anhelada norma legal sobre consignación (RDL de Consignación) promovida por Marina Mercante como nuestra inclusión en el Observatorio de Costes de Puertos del Estado o en los Comités de Servicios Portuarios y Consejos de Navegación y Puertos de las Autoridades Portuarias.
Pero nos queda un camino muy largo por andar, y como ejemplo mencionaría la composición de los Consejos de Administración de los puertos, donde no tenemos representación específica ni adecuada a nuestra función.
¿Sería partidario de un Ministerio del Mar?
Sería un sueño, pero reconocemos las dificultades derivadas de un olvido sistemático y crónico del mar y sus puertos en nuestra historia. Para ejercer su función, un consignatario hoy en día depende de una Dirección General (Marina Mercante) y un Organismo (Puertos) del Ministerio de Fomento, del Ministerio de Agricultura y del de Sanidad en lo referente a los Puestos de Inspección Fronteriza, de Hacienda por cuanto allí se ubica la Aduana, del Ministerio de Interior, responsable de visados de pasajeros y tripulantes… Sin olvidar que la Pesca, aún los grandes buques factoría, ¡dependen de Agricultura!
Esta transversalidad tiene sus ventajas, pero España se encuentra situada en un enclave privilegiado, cruce de las grandes rutas marítimas Este-Oeste y Norte-Sur y posiblemente podríamos aprovechando aún mejor.
Por otra parte, hoy en día no podemos olvidar las conexiones terrestres previas o posteriores al transporte marítimo, la intermodalidad, por lo que quizás un Ministerio de Transportes y Logística con una Secretaría de Estado del Mar…
¿Qué impresiones sacas después del IV Congreso Marítimo Nacional?
La constancia de una realidad, la de que los diferentes colectivos que conforman la industria marítimo-portuaria, (y por supuesto, aquí incluyo a todos los sectores y actores), deben esta unidos para la consecución de un reconocimiento a su importancia, historia y futuro. El potencial es enorme, pero hay que encontrar unos objetivos comunes.
El Congreso Marítimo es una gran y necesaria iniciativa, y sus conclusiones podrían ser esa base común a la que me refería. Olvidemos la compartimentación, aprendamos de todos aquellos cuya actividad tenga que ver con la mar y el futuro es nuestro.
¿Qué opinión le merece el papel que la RLNE juega dentro del sector marítimo español?
La RLNE tiene una gran ventaja: su absoluta independencia e importante papel aglutinador y dinamizador sin intereses mercantiles. Todos los colectivos y sectores relacionados con la mar deberían estar representados en ella y convertirse en un auténtico club de encuentro y conocimiento para todos.
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